domingo, 30 de junio de 2013

Dina Artigas



1) Breve reseña biográfica sobre Julio Cesar

Primeros años

César nació en Roma el 12/13 de julio del año 100 a. C.; no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecida con claridad y pudo haberse situado en algún punto entre los años 102 y 101 a. C.
Perteneció a una gens patricia —la Julia— que, según la leyenda, se remontaba hasta Iulo, hijo del príncipe troyano Eneas y nieto de la diosa Venus. Con los años, en el apogeo de su poder, César iniciaría en Roma la construcción de un templo dedicado a su supuesta antepasada, Venus Genetrix.


Su padre, llamado al igual que él Cayo Julio César, fue un político poco influyente que llegó a la pretura.El hecho de que los Julio Césares, pertenecientes al poderoso patriciado republicano, no obtuvieran cargos importantes durante el periodo republicano se explica por su falta de fortuna en comparación con la aristocracia romana de la época; de hecho, César creció en uno de los barrios más pobres de la ciudad, la Subura.

Único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infancia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino, entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todos los jóvenes nobles y patricios de la época, se le inculcó el temor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de la decencia, la modestia y la frugalidad.
 Tras el estallido de la Guerra Social su tío Sexto fue elegido cónsul, dando así un poco de fama a la familia.
Cuando tenía diez años se vio confiado a las enseñanzas de Marco Antonio Grifón, de origen galo y formado en la escuela de retóricos alejandrinos considerado uno de los hombres más versados en literatura griega y romana de su época. Aprendió a leer y a pensar con las obras de Homero, la Ilíada y la Odisea; primero con la traducción al latín de Livio Andrónico y después con el texto original en griego. Algunos autores contemporáneos vinieron a adherirse a esta base literaria, que recibían de una manera más o menos uniforme los jóvenes romanos de su tiempo. Asimismo, aprendió oratoria y a escribir poesía.
Ciertas fuentes clásicas registran que César padecía crisis epilépticas que podían producirse en cualquier momento y hacerle perder el conocimiento.

En 84 a. c., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró flamen dialis, cargo religioso, y lo casó con su hija Cornelia, con quién tuvo a su hija Julia.



Años más tarde
Sila trató de atraerlo a su bando como había hecho con varios de los seguidores de su enemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse de su esposa; el joven se negó. Enfurecido, Sila ordenó a una banda de sicarios que lo capturaran y asesinaran, anuló su nombramiento como flamen dialis y confiscó toda su fortuna.

Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.

Su regreso y asenso político.
Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía.
En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, quienes patrocinaran su  propia carrera política. En 70 a. C. César sirvió como “juez” en la provincia de Hispania y como edil curul (organizador de juegos y controlador de comercio), en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.

En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato.
Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a prácticamente la totalidad de pueblos celtas en varias campañas.Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.



Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase “la suerte está echada”, iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a su viejo aliado, Pompeyo.
Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en Farsalia, Tapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría.
A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul  vitalicio, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.

File:Julius Caesar Coustou Louvre MR1798.jpg
A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando,, los conspiradores asesinaron a César en el Senado.
Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.
Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor.




2) ¿En qué período histórico lo puede ubicar?

Julio Cesar puso fin a la república en Roma. Se ubica en la 2da. Etapa histórica de Roma, República Imperialista. (S. VIII A.C. hasta S. I  A.C.).


3) ¿Qué importancia tienen los griegos en la educación romana?

Los romanos conquistaron políticamente a Grecia pero esta los conquistó culturalmente. Por ejemplo descubrieron que el conocimiento de la retórica incrementaba la eficacia del político ambicioso. Por lo tanto rescataron el arte de la oratoria y la capacidad para convencer que tanto habían desarrollado los sofistas.
Junto con la retórica y la formación literaria que le servia de base, Roma fue descubriendo todos los aspectos de la cultura griega. Es por ello que los más excelentes hombres de ciencia griega, se codeaban con la más alta nobleza romana.
Si bien los romanos tenían una vida campesina y sencilla comparada con la opulencia griega, adoptaron el griego como idioma culto; de tal forma que el latín pasó a un segundo plano como idioma de plebeyos y el griego se hablaba en la esfera de los nobles. Esta valoración de algunos aspectos de la educación griega se observa en la película de Julio Cesar, en la escena donde el protagonista, que descendía de los dioses y pertenecía a la nobleza, le busca como pedagogo a su hija, nada menos que a un sofista.
La música, el baile y la filosofía (que implicaba más de 10 años de estudios específicos) tanto como la matemática, no fueron valorados por la cultura romana. Esta era más pragmática, conservadora y pudorosa. Tampoco se valoró excesivamente el deporte; solo se entrenaba el cuerpo para la guerra.

Por lo tanto son la dialéctica, la retórica y el idioma griego, entonces, los principales aportes de la cultura griega a la romana.




cultura griega      cultura griega




educación griega






4) ¿Qué diferencias encuentras entre el papel de la mujer griega y la romana?

La intervención de la mujer en Atenas era prácticamente nula; mientras el hombre podía participar en todo, política, filosofía, comercio, etc., la mujer estaba excluida de cualquier asunto de la ciudad y su vida era su hogar y la participación en algunas fiestas religiosas. Su rol era principalmente reproductor; es decir proveer a la patria de nuevos ciudadanos, si eran varones y de buena educación mejor.



mujer griega clásica


mujer griega clásica
Por otro lado la mujer romana es considerada de otra forma; tiene gran valor su aporte en la construcción de la familia, los niños son educados principalmente por su madre, y esta tiene gran influencia en el hombre durante toda su vida.


A diferencia de los griegos que tenían a sus mujeres en las casas, y si tenían tiempo libre, no lo pasaban en familia, los romanos sintieron un atractivo grande por la vida doméstica. La mujer aparece como compañera y cooperadora del hombre romano, está a su lado en los banquetes, comparte con él la autoridad sobre los hijos y criados y participa también de la dignidad que tiene su marido en la vida pública.

Pero esta libertad no impide que sea austera y reservada, incluso en el banquete, la mujer estaba sentada, no recostada, y no bebía vino sino mulsum (vino con miel); en cualquier caso, está siempre en un segundo plano y así no participa en la vida pública, en la política, en la literatura, ni puede ser cabeza de familia e incluso los nombres de oficios de la primera declinación son masculinos.

La educación femenina era prudentemente liberal. En la época infantil niños y niñas se criaban juntos; las escuelas elementales también eran mixtas. Terminados los estudios primarios, las chicas de buena familia continuaban instruyéndose privadamente en el conocimiento de la literatura latina y griega; al mismo tiempo aprendían a tocar la lira, a bailar y a cantar. Esta educación intelectual no impedía que la mujer hiciese determinadas labores: vigilaba y dirigía a las esclavas, atendía los trabajos más delicados, bordaba, etc. Aparte de esto, la mujer no tenía derechos ni podía ser cabeza de familia.


la mujer romana la mujer romana











5) Importancia del Senado y del hombre político en Roma.

Antes de comenzar el servicio militar, el joven romano (alrededor de los 17) debía completar en un año el “aprendizaje de la vida pública”. En esta etapa se encarga de su educación algún político, de edad avanzada, de experiencia y honores, amigo de la familia. Al cabo de un año concluía la instrucción política y el joven debía enlistarse para el ejercito, pero el aprendizaje político era una cosa demasiado seria como para considerarlo concluido con tanta rapidez. El joven noble continuaba siguiéndole los pasos a un hombre político de éxito, a su propio padre o a su protector.

Era conveniente que un futuro jefe aprendiese ante todo a obedecer, y para una futura carrera política se veía bien haber recibido alguna herida gloriosa o haber realizado alguna hazaña de novato. Pero desde luego, los jóvenes nobles no eran tratados como simples conscriptos: tenían padrinos, tutores encargados de dirigirlos y protegerlos. Por otra parte, muy pronto dejaban de ser meros soldados para servir como oficiales de estado mayor, elegido por el pueblo o designados por un general supremo. En ese momento el joven romano concluía su formación.

El senado  fue una de las instituciones del gobierno de la antigua Roma. Se originó como una institución consultiva de la monarquía romana, formado exclusivamente por patricios (un representante de cada gens), y adquirió mayores prerrogativas con la República, en que pasó a refrendar a través de su auctoritas los actos de los cónsules, extendiendo su competencia a los actos de otros magistrados y Comicios, temas religiosos, conflictos entre magistrados, policía, crímenes con pena capital cuando esta era conmutada, cuestiones militares y financieras y tratados internacionales.
El senado fue creado por Rómulo y sobrevivió a los tres períodos de Roma, pero en el Imperio su poder era casi nulo
El senado bajo el gobierno de los reyes, el Senado y la Asamblea de la Curia tenían en verdad poco poder y autoridad. No eran instituciones independientes, en el sentido de que sólo podían reunirse, y de forma conjunta, por orden del rey, y sólo podían discutir los asuntos de estado que el rey había expuesto previamente. Mientras que la Asamblea curiada tenía al menos el poder de aprobar leyes cuando el rey así lo concedía, el Senado era tan sólo un consejo de honor del rey. Podía aconsejar al rey sobre sus actos, pero no imponerle sus opiniones. La única ocasión en que el rey debía contar expresamente con la aprobación del Senado era en caso de declarar la guerra a una nación extranjera.
Las insignias y honores de los reyes de Roma consistían en 12 lictores portando las fasces que contenían hachas, el derecho a sentarse sobre la silla curul, la púrpura Toga Picta, calzado rojo, y diadema plateada sobre la cabeza. De todos estos distintivos, el más destacado era la toga púrpura.
En este período Roma fue gobernada por una serie de magistrados elegidos por el senado. Los magistrados eran los siguientes: Dictador, Censor, Cónsul, Pretor, Cuestor y Edil Curul.

Dictador

La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuándo era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.

Censor

Las funciones del censor estaban inicialmente confiadas al cónsul, que podía delegarlas. Se ejercían cada cinco años y al terminar se realizaba un ritual de purificación con varios sacrificios llamado Lustro. Después, se crearon los dos censores, elegidos cada cinco años de entre los senadores que habían desempeñado el consulado, constituyendo esta magistratura la culminación de su carrera o cursus honorum. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la del Senado, y decidir que obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes cinco años. Sus tareas se realizaban durante 18 meses, y terminaban con la realización de la ceremonia lustral ya reseñada, cesando inmediatamente después en el cargo.

Cónsul

Llevó el nombre de consulado la magistratura romana formada que sustituyó a la monarquía al frente del Estado. Cada año se elegían dos cónsules.
Progresivamente van perdiendo atribuciones: primero algunas facultades judiciales civiles y criminales (delegadas en Cuestores o Decenviros nombrados en cada caso); después sus decisiones debieron ser refrendadas por el Senado; después perdió la administración del Tesoro (en favor de los Cuestores) y la de los archivos públicos; después perdió el control de las arcas del ejército (en favor de los Cuestores Militares); más tarde perdió sus funciones de censor (en favor de los Censores) y de nombrar las vacantes del Senado (también atribuidas a los Censores); después perdió la facultad de nombrar Cuestores (que pasó a los comicios tribunados); luego perdió otras atribuciones judiciales (en favor del Pretor); después las competencias sobre fiestas, policía y mercados (en favor de los Ediles Curules), y también la facultad de nombrar dictador (que pasó al Senado). Al final solo conservaba algunas funciones menores, el poder ejecutivo de las leyes y el mando del Ejército.

Pretor

Eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado este tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados. Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules.
El cónsul perdió las funciones judiciales civiles en favor de un magistrado curul designado como Pretor, por plazo de un año, quien poseía el imperium y figuraba entre los magistrados de mayor jerarquía. Su nombramiento recayó en los Comicios Centuriados y con el mismo ceremonial religioso que se usaba para la elección del cónsul. La insignia de su cargo era la toga pretexta. Al Pretor correspondían además las funciones consulares cuando los cónsules estaban ausentes.
El Pretor era patricio hasta el 337 a. C. en que pudieron acceder a la pretura los plebeyos. Progresivamente los plebeyos ostentaron la magistratura en la mayoría de las ocasiones.
El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 246 a. C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.

Cuestor

Los primeros cuestores fueron jueces encargados de los casos de asesinato y de insurrección o alta traición. Con el tiempo su denominación más común fue Decumviri Perduillionis et parricidii. Eran nombrados para cada caso y no constituían una magistratura permanente.
A fines del Siglo III a. C. los Decumviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron a los Triunviri nocturni.
Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los Cuestores administrativos, en los cuales delegaba el rey la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a los cónsules que las delegaron en dos cuestores civiles (para el Tesoro público) y dos cuestores militares (para las arcas del Ejército). Más tarde su nombramiento paso a los Comicios Tribunados.

Edil curul

Los ediles curules surgieron durante la República Romana, inicialmente para organizar algunas celebraciones. Eran designados por los Comicios Tribunados.
Inicialmente ejercieron la magistratura alternativamente patricios y plebeyos; después la designación fue independiente de la clase; el 541 ab urbe condita se volvió a su designación alternativa (patricios en los años impares y plebeyos en los años pares).
Más tarde asumieron funciones policiales, sanitarias, morales, abastecimientos, mercados, precios, calidad, y organización de juegos.
Además existía una magistratura especial reservada exclusivamente a los plebeyos, que no formaba parte del cursus honorum: el tribuno de la plebe, junto con el cargo asociado de Edil plebeyo.
Las magistraturas funcionaban siguiendo tres principios:

plano de una domus romana

Toga romana

sábado, 22 de junio de 2013

Sabina Bentancor VISIONADO "Julio Cesar"

1) (Cayo Julio César) Militar y político cuya dictadura puso fin a la República en Roma (Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado romano, los Julios, Cayo Julio César fue educado esmeradamente con maestros griegos.
Julio César pasó una juventud disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político «popular», al cual le unía su relación familiar con Mario. Se ganó el apoyo de la plebe subvencionando fiestas y obras públicas. Y fue acrecentando su prestigio en los diferentes cargos que ocupó: cuestor (69), edil (65), gran pontífice (63), pretor (62) y propretor de la Hispania Ulterior (61-60).
De regreso a Roma, Julio César consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y así oponerse a losoptimates que dominaban el Senado (60).
Los deberes de las mujeres rurales incluyeron algo del trabajo agrícola, como el cosechar de aceitunas y de fruta. Puesto que los hombres pasaron la mayoría de su tiempo lejos de sus casas, la vida casera griega fue dominada por las mujeres. La esposa estaba a cargo de criar a los niños, de tejer y de coser las ropas de la familia. Ella supervisó el funcionamiento diario de la casa. En una economía basada en la esclavitud, la abundante cantidad de esclavas femeninas estaban disponibles para cocinar, limpiar, y para llevar el agua de la fuente. Solamente en los hogares más pobres la esposa realizaba todos los deberes por si sola. Las responsabilidades de un esclavo varón estaban para la mayor parte limitada a ser mayordomo y profesor particular a los niños masculinos. La costumbre dictó que una mujer griega limita su tiempo fuera de la casa a visitar a sus vecinas femeninas más cercanas. Las excepciones a esta convención social rígida eran bodas, los entierros e indican los festivales religiosos en los cuales se esperaba que las mujeres desempeñaran papeles públicos prominentes. A parte de estos momentos, las reuniones femeninas más comunes (y diarias), sucedían cuando se encontraban las mujeres de un mismo sector en el pozo de agua, que en general eran comunitarios; solo la gente muy rica tenía pozos privados.  Pero la vida de la mujer Griega transcurría casi la mayor parte del tiempo en el jardín de la casa, en donde tejían y cocinaban; el equipo de cocina griego era pequeño y ligero y se podía instalar fácilmente. En tiempo asoleado, las mujeres se protegían del sol con sombreros o mantas, porque el ideal en belleza femenina era una tez pálida.
·         El Preámbulo
·         La relatio
·         La deliberación del Senado.
Al año siguiente, César fue elegido cónsul (59); y las medidas que adoptó vinieron a acrecentar su popularidad: repartió lotes de tierra entre veteranos y parados, aumentó los controles sobre los gobernadores provinciales y dio publicidad a las discusiones del Senado. Pero la ambición política de César iba más allá y, buscando la base para obtener un poder personal absoluto, se hizo conceder por cinco años -del 58 al 51- el control de varias provincias (Galia Cisalpina, Narbonense e Iliria).
El triunvirato fue fortalecido por el Convenio de Luca (56), que aseguraba ventajas para cada uno de sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable, que habría de evolucionar hacia la concentración del poder en una sola mano. Craso murió durante una expedición contra los partos (53) y la rivalidad entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta Julia, la hija de aquél casada con éste (54).
Entretanto, César se había lanzado a la conquista del resto de las Galias, que no sólo completó, sino que aseguró lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania, cruzando el Rin. Con ello llegó a dominar un vasto territorio, que aportaba a Roma una obra comparable a la de Pompeyo en Oriente.
El prestigio y el poder alcanzados por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma en medio de una situación de caos por las luchas entre mercenarios (52). Conminado por el Senado a licenciar sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el orden oligárquico tradicional.
Tras pasar el río Rubicón -que marcaba el límite de su jurisdicción-, César inició una guerra civil de tres años (49-46) en la que resultó victorioso: conquistó primero Roma e Italia; luego invadió Hispania; y finalmente se dirigió a Oriente, en donde se había refugiado Pompeyo. Persiguiendo a éste, llegó a Egipto, en donde aprovechó para intervenir en una disputa sucesoria de la familia faraónica, tomando partido en favor de Cleopatra («Guerra Alejandrina», 48-47).
Asesinado Pompeyo en Egipto, César prosiguió la lucha contra sus partidarios. Primero hubo de vencer al rey del Ponto, Pharnaces, en la batalla de Zela (47), que definió con su famosa sentencia veni, vidi, vici («llegué, vi y vencí»); luego derrotó a los últimos pompeyistas que resistían en África (batalla de Tapso, 46) y a los propios hijos de Pompeyo en Hispania (batalla de Munda, cerca de Córdoba, 45). Vencedor en tan larga guerra civil, César acalló a los descontentos repartiendo dádivas y recompensas durante las celebraciones que organizó en Roma por la victoria.
Una vez dueño de la situación, César acumuló cargos y honores que fortalecieran su poder personal: cónsul por diez años, prefecto de las costumbres, jefe supremo del ejército, pontífice máximo (sumo sacerdote), dictador perpetuo y emperador con derecho de transmisión hereditaria, si bien rechazó la diadema real que le ofreció Marco Antonio. El Senado fue reducido a un mero consejo del príncipe. Estableció así una dictadura militar disimulada por la apariencia de acumulación de magistraturas civiles.
Julio César murió asesinado en una conjura dirigida por Casio y Bruto, que le impidió completar sus reformas; no obstante, dejó terminadas algunas, como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades o el reasentamiento como agricultores de las masas italianas proletarizadas; todo apuntaba a transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que abarcara la práctica totalidad del mundo conocido, al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una monarquía autoritaria de tintes populistas; dicha obra sería completada por su sobrino-nieto y sucesor, Octavio Augusto.

2) Julio César fue el gran protagonista del último periodo de la historia de la Roma republicana. Espléndido orador y escritor brillante, destacó sobre todo como insigne general y político, genial, ambicioso, generoso, impulsivo y, al mismo tiempo, resuelto y sutil. Poseedor de una vasta y refinada cultura y de una memoria excepcional, conoció tan bien las doctrinas de los filósofos de la política como la historia de los grandes imperios orientales y sintió asimismo afición a los problemas lingüísticos y gramaticales.
Siendo Julio César aún muy joven, Sila reconoció en él "la madera de muchos Mario". En realidad, fue hasta cierto punto el heredero y continuador de la actividad desplegada por aquel antiguo jefe político, tío suyo, como ocurrió con Pompeyo respecto de Sila: también César se apoyó en el pueblo y fundó en el propio prestigio militar la lucha contra la facción senatorial, que procuró siempre debilitar.

3) A partir de mediados del siglo III a. de c. la educación romana sufre un cambio completo como consecuencia de las modificaciones que sufre la sociedad y la cultura. En ese tiempo se realiza la expansión romana por todo el mediterráneo hasta llegar a dominarlo por completo. De otra parte, la sociedad romana, al enriquecerse, acentúa la división entre una minoría económicamente poderosa, que sucede a la antigua nobleza, y una masa proletaria, la plebe, que aunque empobrecida cada vez tiene más fuerza política. Finalmente, ocurre la invasión de la cultura helénica con los inmigrantes griegos que acuden a roma. La complejidad cada vez mayor de la política y la administración del estado, así como las necesidades económicas y comerciales, hicieron que esa cultura superior fuera en general bien acogida y se difundiera rápidamente.
La influencia de la cultura helénica tuvo la virtud de despertar la cultura de Roma, dando nacimiento a su literatura y a su educación escolar como dice el verso de Horacio: "La Grecia vencida ha conquistado a su vez a su salvaje vencedor y llevado la civilización al bárbaro Latium".
La educación romana anterior, de tipo familiar, patriarcal, experimenta varias transformaciones. En primer lugar, respecto a su organización. Los ciudadanos más ricos tuvieron maestros o preceptores privados, generalmente griegos inmigrados; que introducían a sus hijos en su lengua y la cultura helénicas. Pero lo decisivo es que en esta época se fundan o desarrollan escuelas independientes, aunque siempre con carácter privado o particular. No quiere decir que antes no hubiera escuelas, en la república Romana, pero las que existían eran de tipo esporádico y muy elemental ahora se generalizan las escuelas, las cuales son de dos clases: una en la que se da la enseñanza totalmente en griego y otra en la que predomina el latín. En una y otra calase había lo que más tarde fueron los tres grados clásicos de la enseñanza: el elemental, el medio y el superior.
La escuala primaria, la ludus magíster, llamada también la ludus literarius, comenzaba a los siete años; tenía un programa muy elemental, consistente en la lectura, la escritura y el cálculo, con algunas canciones, pero con una disciplina muy rigurosa y frecuentes castigos corporales. A ella asistían los niños y las niñas indistintamente. A la escuela elemental sigue la secundaria la del grammaticus, en la que se hizo sentir más la influencia de la cultura griega. Comienza ella a los 12 años y dura hasta los 16.
En ella se estudia la gramática latina y la griega, sobre la base de Homero y los clásicos asimismo, la retórica, la oratoria y las matemáticas, pero estas menos que aquellas otras disciplinas se cultivaba poco la música y la gimnástica, a diferencia de la educación griega en cambio se acentuaba el valor jurídico-político. Pero este, así como la oratoria, llamado del rhetor, que era una especie de escuela, de derecho, destinada a la minoría gobernante, y que se inspiraba en la filosofía y aun mas en la retórica griegas.
La influencia de la cultura helénica, cada vez más poderosa, no dejo de encontrar resistencia en los elementos conservadores y reaccionarios. Así Catón el viejo protesto contra ella, defendiendo como hemos visto, la antigua educación romana. El mismo senado llego a expulsar a algunos de los griegos dedicados a la enseñanza. Pero a pesar de estas resistencias la cultura romana se asimilo a la griega y llego a alcanzar una madurez y esplendor que quizá no habría tenido de otro modo. Como dice Dilthey: "no es verdad que el trato de una cultura superior influya siempre destructivamente sobre una nación. La acogida de la ciencia grecorromana no ha hecho más que fomentar el desarrollo entre nosotros. Ningún americano cree que la ciencia europea pueda influir allá destructivamente. Una nación sana en su costitución elemental había acogido también a Platón, Aristóteles y los estoicos, había rechazado elemento heterogéneos y realizado un considerable progreso"
El espíritu de la nueva educación puede resumirse en la palabra humanitas, que según J. Jäger  corresponde a la paideia griega o a la nuestra de cultura. Se trataba ya no de una educación nacional, local si no de una enseñanza de tipo general, humanística daríamos hoy, basada en una cultura ajena superior, que sirve de inspiración.
En esa educación aún se conservan algunas de las virtudes de la antigua educación aún se conservan algunas de las virtudes de la antigua educación romana, pero en general predomina un espíritu más liberal, aunque dentro siempre de la estructura del estado.

4) El papel principal que desempeñarán las mujeres en Roma será el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha. Ella tenía derecho de sucesión respecto a su padre e incluso capacidad de testar por lo que se dieron matrimonios donde la esposa era más rica que el marido y rehusaba su autoridad, recibiendo en ocasiones todas las clientelas del padre. Pero lo habitual era que la mujer estuviera absolutamente supeditada a su esposo. Si tradicionalmente es el pater familias el que dirige la casa, quien da las órdenes a los esclavos y dirige la administración del hogar, ¿cuál es el papel de la mujer en las casas respetables de Roma? Lo habitual es que las matronas mataran la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura y el tejido. Paulatinamente la mujer irá ocupando un papel protagonista en la organización de la familia, incluso por prescripción médica ya que los galenos consideraban que las mujeres debían desarrollar alguna actividad. Algunos hombres empezaron a dejar en manos de sus esposas la dirección del hogar, incluso la llave de la caja de caudales.
El contar con varios esclavos permitía a la matrona poder delegar en ellos todos los trabajos de la casa, incluso los relacionados con su propia higiene personal. El esclavo viste y calza a la dama, aunque no lava sus dientes. Los esclavos acompañan a la señora en la alcoba, aunque la matrona duerma sola o en compañía de su esposo. Era frecuente que los esclavos durmieran en las puertas de las alcobas, contándonos un poeta satírico que "cuando Andrómaca hacía el amor con Héctor, sus esclavos, con la oreja pegada a la puerta, se masturbaban". Esta omnipresencia de los esclavos en las vidas de las clases acomodadas romanas provocarán que las infidelidades fueran públicas en la mayor parte de los casos. Para mantener una relación amorosa secreta lo mejor era alquilar una habitación a un sacristán ya que estaba obligado a guardar silencio. Si el esposo fallecía, la matrona vería protegida su virtud por su familia, ante la inminente llegada de una legión de pretendientes que deseaban hacerse con su fortuna. Previamente debía haber muerto el padre porque sino como pater familias era dueño de todo lo que pertenecía a la familia. El sino de esta viuda es volver a contraer matrimonio o buscarse un amante que la complazca en el lecho, a pesar de la indignación de los moralistas romanos. Si era el hombre el que quedaba viudo podía buscarse una concubina, mujer o mujeres con los que un hombre solía acostarse habitualmente. No olvidemos que los emperadores contaban con un amplio harén de concubinas en palacio. Pero llegaría un momento en que ese hombre viudo decidiera establecer un vínculo más estrecho con esa concubina de inferior rango social por lo que se produce una unión de hecho entre ambos denominada concubinato. La concubina debía ser una mujer libre y la unión monogámica. Este concubinato no da lugar a consecuencias jurídicas, siendo libres los hijos nacidos de esa relación.
En Grecia las mujeres no acostumbraban a salir, salvo para traer agua o visitar la casa de otra mujer. Los hombres se encargaban de las compras y de todos los asuntos familiares, esperando que las mujeres se quedaran en casa y mantuvieran el orden. Además de cocinar y limpiar las mujeres griegas debían tejer la ropa de toda su familia. Desde el día del nacimiento hasta el de su muerte, una mujer de la antigua Grecia vivía bajo el control de los hombres. Su padre, sus hermanos -incluso sus hijos- tomaban decisiones que alteraban su vida. Las mujeres no podían votar ni tener un empleo público, heredar o poseer propiedades…ni siquiera comprar algo que costara más que un precio determinado. No obstante una mujer no carecía totalmente de poder: dirigía la casa y controlaba el dinero de la familia. Algunos hombres importantes, como Pericles, escuchaban cuidadosamente los consejos de sus mujeres.

5) El Senado en la Roma Antigua no fue más en su origen que una asamblea de los principales jefes de las gentes cuya opinión consultaba el rey antes de tomar decisiones que podía convocar a voluntad el Senado y exponerle sus consultas.Las atribuciones de los senadores se limitaban a la emisión de su dictamen o consejo y no obligaban al rey.
Durante la Era Republicana creció en importancia política sustituyendo alos poderes del Estado guiando con gloria a Roma y tal poder tenía sobre las provincias que le llamaban Dios e incluso los magistrados supremos al cesar en su cargo pasaban cuentas en el Senado y llegó a usurpar con el tiempo el poder legislativo de los comicios y en los últimos tiempos de la República las decisiones del Senado (senatoconsulta) llegaron a convertirse en fuente del derecho civil.
La Ley Ovinia a mediados del siglo V de Roma y confirió la elección de los senadores a los censores a quienes obligó a incluir a ella a todos los exmagistrados y los senadores eran inscritos en una lista por orden de dignidad que se llamaba patres conscripti y el magistrado mas anciano inscrito de todos los inscritos se dominaba princeps senatus.
El derecho de convocar senado primeramente correspondió a los magistrados supremos del Estado, y después a los tribunos de la plebe, cónsules, y emperadores.
El senado consulto era propuesto por un magistrado y lo redactaban el proponente relator y una comisión de senadores elegida por él y se componía de tres partes que eran las siguientes:
Los senados consultos eran depositados en el Erarium Sasturni y eran copiados por los scribae bajo la vigilancia de los cuestores.
A partir del emperador Augusto el senado consulto como institución fue perdiendo importancia política pero aumento su importancia en la elaboración de leyes de derecho civil hasta la llegada al poder de Dioclesiano en la que los edictos imperiales fueron las leyes mas importantes.
Los ciudadanos no tienen clasificación, la diferenciación entre patricios y plebeyos desde el punto de vista jurídico decayó a partir de Servio Tulio y continuó sólo desde el punto de vista social. El ciudadano tiene todas las prerrogativas y derechos del "Jus civium romanorum".
Los no ciudadanos carecen del derecho de ciudadanía, pero su situación en la escala jurídico - social no es uniforme distinguiéndose tres categorías ampliamente identificadas.
Peregrinos. Habitantes de otros países no enemigos de Roma o aquellos que habiendo sido vencidos, se incorporan por provincias. Sus relaciones jurídicas se rigen por su propio derecho inicialmente y luego por el "Jus Gentium". No poseen derechos civiles.
Latinos. Núcleo poblacional intermedioentre peregrinos y ciudadanos, ya que sin llegar a la condición de éstos últimos, se les conceden algunas prerrogativas y tienen mayor oportunidad de adquieri el derecho de ciudad, ellos pueden ser:
Latini veteres: formados por los habitantes de las regiones del Lacio que se habían aliado con Roma, formando la confederación de ciudades latinas.
Latini coloniari: formados por los habitantes de Colonias Latinas.
Latini Juniani: integrada por los libertos que no eran realmente latinos sino ex - esclavos.