martes, 11 de junio de 2013

Eliana Rivilli

1) Breve reseña biográfica sobre Julio Cesar

Cayo Julio Cesar Se estima que nació el 12/13 de Julio de 100 a.c. en República Romana. En el seno de la “gens Julia”  (la Julia) que, según la leyenda, se remontaba hasta Iulo, hijo del príncipe troyano Eneas y nieto de la diosa Venus.  Fue el propio César quién estableció la relación entre Iulo y su familia durante el discurso que pronunció en el funeral de su tía Julia, esposa de Cayo Mario.

Criado en una familia de escasa fortuna, único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infancia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino, entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todos los jóvenes nobles y patricios de la época, se le inculcó el temor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de la decencia, la modestia y la frugalidad.
Ciertas fuentes clásicas registran que César padecía crisis epilépticas que podían producirse en cualquier momento y hacerle perder el conocimiento.

Tras el estallido de la Guerra Social su tío Cayo Mario fue elegido cónsul, y los enfrentamientos entre Mario y Sila por el mando del ejército que debía ir a combatir al rey Mitrídates VI del Ponto, aumentaron. Dando así fama a la familia e influencia política.
La mujer de Mario, su tía paterna Julia, desempeñó también un papel muy destacado en la educación y orientación del joven César.

En 84 a. c., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró flamen dialis, cargo religioso, y lo casó con su hija Cornelia, , con quién tuvo a su hija Julia en 82 a.c. cuando ella contaba con trece años de edad y él tenía dieciocho

Sila trató de atraerlo a su bando como había hecho con varios de los seguidores de su enemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse de su esposa, a lo que, para sorpresa del dictador, el joven se negó. Enfurecido, Sila ordenó a una banda de sicarios que lo capturaran y asesinaran, anuló su nombramiento como flamen dialis y confiscó toda su fortuna. A César no le quedó otra salida que huir de Roma; viéndose obligado a cambiar de refugio cada noche, cayó enfermo al no estar acostumbrado a esta clase de vida. Una noche fue sorprendido por los sicarios de Sila, pero pudo salvarse al sobornarles con el dinero que se ofrecía por su cabeza, dos talentos de oro. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador Sila, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.

Se exilió hacia Asia, y combatió en Mitilene (ciudad griega) como legado de Marco Minucio Termo.

Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. c., ejerciendo por un tiempo la abogacía.
En 73 a. c. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carrera política.

En 69 a. c., Cornelia falleció mientras daba a luz a un niño que nació muerto y poco después César perdió a su tía Julia, viuda de Mario, a quien se había sentido muy unido. En contra de las costumbres de la época, César insistió en organizar sendos funerales públicos. Ambos funerales sirvieron también para desafiar las leyes de Sila, pues en el sepelio de Julia se exhibieron las imágenes de Cayo Mario y del hijo que había tenido con ella y que también había luchado contra Sila: su difunto primo, Cayo Mario el Joven; y en el sepelio de Cornelia, la imagen de su padreLucio Cornelio Cinna.

En 63 a. c. fue elegido praetor urbanus  al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Título otorgado por el gobierno de la antigua Roma a los hombres que actúan en el cargo oficial de comandante de un ejército (en el campo o, menos a menudo, antes de que el ejército se había reunido)

César sedujo a numerosas mujeres a lo largo de su vida y sobre todo a aquellas pertenecientes a la alta sociedad romana. César habría seducido a la esposa de Servio Sulpicio Rufo, a la esposa de Aulo Gabinio y Tertulla, a la esposa de Marco Licinio Craso. También parece haber frecuentado a Mucia, esposa de Pompeyo. Asimismo, César mantuvo relaciones con Servilia Cepionis, madre de Bruto, a la que parecía apreciar especialmente. Así, Suetonio refiere los distintos regalos y beneficios que ofreció a su amada, de los cuales destaca una magnífica perla con un valor de seis millones de sestercios. El amor de Servilia hacia César era conocido públicamente en Roma.

En 60 a.c. Julio César casó con Pompeyo Magno con su hija Julia
En 59 a. c. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato (una alianza política extraoficial que dispuso de extraordinario poder sobre los asuntos romanos).  También logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.
Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia TransalpinaIliria y Galia Cisalpina, esta última tras la muerte de su gobernadorCéler. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a prácticamente la totalidad de pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, liderados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran FranciaBélgicaHolanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.
En el año 53 a.c., Craso murió durante una expedición contra los partos y la rivalidad entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta Julia en el 54 a.c., la hija de Julio Cesar casada con Pompeyo.
Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase «Alea iacta est» (la suerte está echada), iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en FarsaliaTapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. Luego hizo ir a Roma a Cleopatra VII colmándola de honores y de presentes. Para él era un buen modo de sujetar Egipto, donde quedaban presentes tres legiones, y cuyo papel en el aprovisionamiento de cereales para Italia empezaba a ser preponderante.
A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator vitalicio, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.
A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía.
Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado el  15 de Marzo 44 a.c.

Las últimas palabras de César no están establecidas realmente, y hay una polémica en torno a las mismas, siendo las más conocidas: “¡Tú también, Bruto, hijo mío!”
Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando el cadáver de César a los pies de una estatua de Pompeyo, donde quedó expuesto por un tiempo. De allí, lo recogieron tres esclavos públicos que lo llevaron a su casa en una litera, de donde Marco Antonio lo recogió y lo mostró al pueblo, que quedó conmocionado por la visión del cadáver. Poco después los soldados de la decimotercera legión, tan unida a César, trajeron antorchas para incinerar el cuerpo de su querido líder. Luego, los habitantes de Roma, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo lo que tenían a mano para avivar más el fuego.
La leyenda cuenta que Calpurnia Pisonis, la mujer de César, después de haber soñado con un presagio terrible, advirtió a César de que tuviera cuidado, pero César ignoró su advertencia diciendo: «Sólo se debe temer al miedo». En otras se cuenta cómo un vidente ciego le había prevenido contra los Idus de Marzo; llegado el día, César le recordó divertido en las escaleras del Senado que aún seguía vivo, a lo que el ciego respondió que los idus no habían acabado aún.
Cleopatra estuvo presente en Roma en el momento del asesinato de César y volvió rápidamente a su país después del crimen.  No se puede asegurar con certeza, pero se cree que Julio Cesar era padre de Cesarión, «Pequeño César» , hijo Cleopatra VII, última reina de Egipto. pero, el niño era ilegítimo, y al no ser adoptado no podía ser ciudadano romano.
Reinó, a la sombra de su madre, como corregente, tras el asesinato de su tío Ptolomeo XIV Teos Filópator II, presuntamente envenenado por su hermana Cleopatra. Compitió con Octavio por el gobierno de Roma. Su reinado transcurre del 2 de septiembre de 44 a. C. hasta el año 30 a. c.


La muerte de Julio Cesar  provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, AntonioOctavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.

2) ¿En qué período histórico lo puede ubicar?

Julio Cesar puso fin a la república en Roma. Se ubica en la 2da. Etapa histórica de Roma, República Imperialista. ( S. VIII a.c. hasta S. I a.c.).

Luego de expulsar a los etruscos, los romanos se lanzan a la conquista de los territorios vecinos. Roma realizó nuevas conquistas, emprendidas por una serie de generales ambiciosos y el éxito de los romanos se debió, entre otras cosas, a la integración y disciplina de su ejército. En un período de dos siglos logran unificar toda la península itálica.

La república imperialista es el nombre que se da a la etapa en que roma abandona el interés de establecer un régimen de carácter democrático y, por las conquistas, establece una administración imperial, con organismos y magistraturas que buscan mantener un marco republicano para Roma e imperial para las provincias conquistadas.

República proviene del latín “Res Publica” (la cosa pública, lo público). Forma de gobierno, la cual se caracteriza por el equilibrio existente entre los distintos poderes. El Senado, Las Magistraturas y las Asambleas.

En el transcurso de la República, Roma pasa de ser ciudad-estado a capital de un imperio.

Todos los magistrados estaban controlados por el senado, que era una asamblea de antiguos magistrados y dominaba tanto la política exterior como la interior.
El poder estaba en manos de la oligarquía se eliminó el cargo de rey y sus funciones pasaron a dos cónsules. El senado era el órgano supremo del gobierno y estaba constituidos por los jefes de las familias aristocráticas.
El senado velaba sobre el tesoro público y era el guardián de la religión. Este conflicto dio lugar a la división entre populares y optimates; los primeros eran partidarios de aumentar el poder de tribunos y de los comicios populares y los segundos deseaban limitar el poder de las asambleas populares romanas y aumentar el del Senado, al que consideraban mejor y más estable a la hora de buscar el bienestar de Roma. Los optimates favorecieron a las familias nobles, y se opusieron a la ascensión de los «hombres nuevos» plebeyos, normalmente nacidos en las provincias, cuyas familias no tenían experiencia política dentro de la política romana.

Los esclavos eran considerados como un instrumento económico que podía ser vendido y comprado y que se hallaba bajo la dependencia de un dueño. Procedían mayoritariamente de pueblos sometidos por la República

Igualmente se dan diversos hechos trascendentales, además del de la conquista de territorios vecinos. Las luchas sociales y las guerras civiles; éstas guerras terminarían destruyendo la República, y desembocando en una nueva etapa de la historia de Roma: el Imperio romano.

Durante la república, y tras la conquista de Grecia, la cultura romana sufre una profunda transformación, caracterizada por la introducción de la civilización helenística, no la griega clásica, en la mentalidad romana. Entre las clases acomodadas la educación está en manos de los griegos. Así, entran en Roma las últimas tendencias de la filosofía griega.
La Cultura romana fue el resultado de un importante intercambio entre civilizaciones diferentes: la cultura griega y las culturas desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto, sobre todo) contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los vehículos que más contribuyó a la universalización de la cultura romana, que pronto fue la de todo el imperio, fue el uso del latín como lengua común de todos los pueblos sometidos a Roma.

La ciencia no conoció un desarrollo importante en Roma en el campo de la teoría o de la investigación pura, limitándose los autores romanos a recopilar conocimientos anteriores, sobre todo los griegos. Un aporte importante fue el primitivo calendario romano fijaba la duración de los meses en 29 días, 12 horas y 44 minutos con meses lunares de 29 ó 30 días. El mes era la fracción mayor y el día la menor, aunque después se dividió en horas. Los romanos consideraban que el día se iniciaba a medianoche. Al establecerse el año (de annus = anillo) le fijaron una duración de 10 meses (sistema decimal), pero más tarde, por influenciagriega, se pasó al año de 12 meses, con 368 días y ¾ de otro, con meses de 30 y 29 días alternativamente, y cada dos años un año con 13 meses, ajustándose progresivamente el sistema suprimiéndose o agregándose días.
Pero la verdadera innovación de los romanos fue la sistematización y la enseñanza del derecho, que no existía entre los griegos. El derecho romano, es uno de los grandes aportes de Roma como civilización, supuso la primera recopilación científica de las normas para las que deben regirse las relaciones de los ciudadanos en todos los aspectos fundamentales: privados y públicos, familiares, laborales, etc.
La familia romana, es otro rasgo que la caracteriza, estaba constituida no solo por los padres, hijos y parientes, sino también por todos los que vivían bajo la autoridad del cabeza de familia, incluidos naturalmente los esclavos. La familia romana era legalmente tan fuerte que ciertas cuestiones, que hoy se tratan en los juzgados o en los templos, entonces se trataban en casa, bajo la presidencia del cabeza de familia. La familia era realmente la célula básica de la sociedad romana.



3) ¿Qué importancia tienen los griegos en la educación romana?

Hay un aspecto particular de la historia de la civilización romana; no se desarrolló una civilización autónoma, propiamente itálica, Roma e Italia se vieron integradas en el área de la civilización griega. Ambas asimilaron y se adaptaron fácilmente a la civilización helenística.

Desde los orígenes, Roma nunca estuvo totalmente cubierta de la contaminación de la cultura helénica, por estar ubicada a los alrededores del mundo griego. Sufrió esta influencia, primero indirectamente,  a través de los etruscos (pueblos antiguos al norte de Italia), cuya educación , hasta el s. IV A.C. atrajo a los hijos de las familias aristocráticas romanas.

Luego a través de la helenización de la Campania (región del sur de Italia) su educación fue muy difundida en el territorio latino.
                                                                                        
En el siglo V a.c. y sobre todo en el IV a.c., a través de contacto directo, los elementos griegos influenciaron en todos los órdenes; en la vida religiosa, en el arte. Aunque lo esencial se adquirió en el siglo II a.c. en la conquista del Oriente griego en la “Revolución espiritual del segundo siglo”. Esta fue la última fase de un proceso que había comenzado desde los orígenes de Roma.

Los Romanos supieron descubrir rápidamente la ventaja de adoptar la cultura griega: conseguir el dominio del arte oratoria.  En el siglo II  a.c. Roma le concede a la virtud de la palabra el lugar privilegiado en la cultura, semejante al que los sofistas le habían asignado en el siglo V, a la cultura griega.
El hombre político debía saber conquistarse el favor de la multitud, obtener los votos en las asambleas, retemplar el coraje de las tropas y persuadir al tribunal. Descubrieron que el conocimiento de la retórica incrementaba la eficacia del político ambicioso.
Junto con la retórica y la formación literaria que le servia de base, Roma fue descubriendo todos los aspectos de la cultura griega. Es por ello que los más excelentes hombres de ciencia griega, se codeaban con la más alta nobleza romana.

Sin embargo un sector de la opinión pública romana, “los viejos romanos”,  estaba en desacuerdo con esta invasión de las disciplinas griegas. Alentados por el espíritu tradicionalista, con violenta hostilidad, culpaban a la cultura griega de transmitir malicie e inmoralidad.

La aristocracia romana adoptó para sus hijos la educación griega. Educación a domicilio dictada por esclavos griegos que obtenían a través de las conquistas. Paralelamente en las escuelas públicas se impartía la enseñanza del griego.
También las mujeres tenían acceso a la cultura griega, por ejemplo Cornelia tenía un salón literario.
En procura una formación griega más completa, los jóvenes romanos viajaban a Grecia para completar allí su formación, siguiendo los mismos estudios que los nativos.

Por otra parte, la música, el canto y la danza tan característicos de la cultura griega, los romanos las consideraban artes impúdicas y deshonestas que no correspondían a un romano bien nacido, defendiendo el sentimiento nacional.  El estudio de música se toleraba algo más en las niñas, pero como arte recreativa.

Reacción similar tuvieron los romanos frente a la educación física. El atletismo de orden esencial en la cultura griega, en las costumbres romanas, no se practicará jamás.
En la vida Romana la práctica de ejercicios de gimnasia era solo por razones de higiene y no como manifestación deportiva. Fue un elemento que complementaba la técnica de los baños de vapor.
Los romanos consideraban a los gimnastas griegos como “bárbaros” debido a su sentimiento de pudor al desnudo. Además el romano era caracterizado por su seriedad frente a la vida, se oponía frente al gusto griego por el deporte, esa actividad gratuita. El romano de la república no tiene tiempo para ocios elegantes.

La Filosofía y la Ciencia siguen  siendo  griegas. No hubo una escuela latina de filosofía porque hubiera sida dirigida a una minoría de espíritus selectos que no los desanimara el esfuerzo por el uso de la lengua. Y en materia de Ciencia, a través de estudios matemáticos, los romanos solo desarrollaron la arquitectura y la agrimensura. Eran más técnicos que científicos, debido a su espíritu práctico.

El estudio de la medicina si desarrollaron con mas fuerza en la cultura romana. Sobre todo en veterinaria, debido a su fin práctico.


Por todo ello un romano culto, será quien domine los dos idiomas; latín y griego.

4) ¿Qué diferencias encuentras entre el papel de la mujer griega y la romana?

Todos los historiadores coinciden en la sólida construcción de la familia romana. Para los romanos, la familia es el medio natural donde el niño debe crecer y formarse.
En Roma, en los primeros años de vida del niño, la madre es quién lo educa, hasta en las familias de más alto linaje. La mujer se honra de permanecer en la casa, para el cumplimiento de su deber de educar a sus hijos, lo que la convierte en servidora de sus hijos. Es por ello que la madre ejerce influencia en el hombre durante toda su vida. La mujer romana era escuchada e influenciaba en la toma de decisiones de sus hijos y maridos. Ésa influencia también formaba las futuras carreras políticas de los niños. 
En Roma la mujer es quien comienza a trasmitir los valores de la moral y ética a sus hijos. También enseñaban a recordar con orgullo a sus ancestros y defender su nombre con honor.

En Grecia, la mujer solo cumple un papel reproductivo. El papel de la mujer griega se relegaba exclusivamente a la casa. Las mujeres, como un grupo social, no tenían ni voz ni voto, ni en orden político, ni en militar ni en el civil.
Las mujeres griegas estaban bajo la autoridad patriarcal de los hombres. Así pasaban de la autoridad del padre a la autoridad del marido.
El propio Aristóteles llegó a decir en una ocasión que “la hembra es un macho deforme”.
En Grecia el amor verdadero era el que existía entre los hombres. El amor entre hombre y mujer era algo que sufrían solo para tener progenitores varones.

5) Importancia del Senado y del hombre político en Roma.

La virtud romana es la “vieja moral de la ciudad antigua”,  a los que se mantuvieron fieles los romanos de la república.
Los romanos eran robustos, rígidos y bárbaros, comparados con los ya evolucionados griegos civilizados de virtud “atlética”.

Roma no se librará jamás por completo del arcaísmo, que tenía como ideal colectivo el individuo al servicio del Estado.

La educación familiar de un joven concluía cuando cumplía los 17 años. Una ceremonia celebraba esta etapa: el joven se despoja de su toga bordada en púrpura (que simbolizaba la infancia) y comenzaba a vestir la toga viril.
Antes de comenzar el servicio militar, debía completar en un año el “aprendizaje de la vida pública”. En esta etapa se encarga de su educación algún político cargado de años, de experiencia y honores, amigo de la familia.
Al cabo de un año concluía la instrucción política y el joven debía enlistarse para el ejercito, pero el aprendizaje político era una cosa demasiado seria como para considerarlo concluido con tanta rapidez. El joven noble continuaba siguiéndole los pasos a un hombre político de éxito, a su propio padre o a su protector.

La carrera militar durante el primer año se prestaba servicio como soldado raso. Se creía conveniente que un futuro jefe aprendiese ante todo a obedecer, y para una futura carrera política se veía bien haber recibido alguna herida gloriosa o haber realizado alguna hazaña de novato. Pero desde luego, los jóvenes nobles no eran tratados como simples conscriptos: tenían padrinos, tutores encargados de dirigirlos y protegerlos. Por otra parte, muy pronto dejaban de ser meros soldados para servir como oficiales de estado mayor, elegido por el pueblo o designados por un general supremo. En ese momento el joven romano concluía su formación.

El ideal es el hecho de sacrificio, renunciamiento y devoción, de consagración total de la persona a la comunidad, al Estado.
El héroe romano, es el hombre que en circunstancias críticas, salvó por su coraje o por su sabiduría a la patria en peligro.


El senado de la República Romana era una institución política en la antigua República Romana, sin embargo, no era un órgano cuyos miembros fueran elegidos por el voto popular, sino uno cuyos miembros eran elegidos por los cónsules, y luego, por los censores. Después que un magistrado había cumplido su mandato, usualmente era nombrado en forma automática miembro del Senado

El Senado era dirigido por los magistrados, especialmente los cónsules, en la gestión de conflictos militares. El Senado también tenía un enorme poder sobre el gobierno civil en Roma. Esto fue especialmente el caso con respecto a la gestión de finanzas estatales, ya que sólo el senado podía autorizar el desembolso de fondos públicos de la tesorería. Además, el Senado aprobó decretos llamados senatus cónsul Tum, que oficialmente eran un "consejo" del Senado a un magistrado. Aunque desde un punto de vista técnico estos decretos no tenían porque ser obedecidos, en la práctica, por lo general lo eran. Durante una emergencia, el Senado (y sólo el Senado) podía autorizar el nombramiento de un dictador romano.


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