domingo, 30 de junio de 2013

Dina Artigas



1) Breve reseña biográfica sobre Julio Cesar

Primeros años

César nació en Roma el 12/13 de julio del año 100 a. C.; no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecida con claridad y pudo haberse situado en algún punto entre los años 102 y 101 a. C.
Perteneció a una gens patricia —la Julia— que, según la leyenda, se remontaba hasta Iulo, hijo del príncipe troyano Eneas y nieto de la diosa Venus. Con los años, en el apogeo de su poder, César iniciaría en Roma la construcción de un templo dedicado a su supuesta antepasada, Venus Genetrix.


Su padre, llamado al igual que él Cayo Julio César, fue un político poco influyente que llegó a la pretura.El hecho de que los Julio Césares, pertenecientes al poderoso patriciado republicano, no obtuvieran cargos importantes durante el periodo republicano se explica por su falta de fortuna en comparación con la aristocracia romana de la época; de hecho, César creció en uno de los barrios más pobres de la ciudad, la Subura.

Único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infancia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino, entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todos los jóvenes nobles y patricios de la época, se le inculcó el temor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de la decencia, la modestia y la frugalidad.
 Tras el estallido de la Guerra Social su tío Sexto fue elegido cónsul, dando así un poco de fama a la familia.
Cuando tenía diez años se vio confiado a las enseñanzas de Marco Antonio Grifón, de origen galo y formado en la escuela de retóricos alejandrinos considerado uno de los hombres más versados en literatura griega y romana de su época. Aprendió a leer y a pensar con las obras de Homero, la Ilíada y la Odisea; primero con la traducción al latín de Livio Andrónico y después con el texto original en griego. Algunos autores contemporáneos vinieron a adherirse a esta base literaria, que recibían de una manera más o menos uniforme los jóvenes romanos de su tiempo. Asimismo, aprendió oratoria y a escribir poesía.
Ciertas fuentes clásicas registran que César padecía crisis epilépticas que podían producirse en cualquier momento y hacerle perder el conocimiento.

En 84 a. c., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró flamen dialis, cargo religioso, y lo casó con su hija Cornelia, con quién tuvo a su hija Julia.



Años más tarde
Sila trató de atraerlo a su bando como había hecho con varios de los seguidores de su enemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse de su esposa; el joven se negó. Enfurecido, Sila ordenó a una banda de sicarios que lo capturaran y asesinaran, anuló su nombramiento como flamen dialis y confiscó toda su fortuna.

Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.

Su regreso y asenso político.
Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía.
En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, quienes patrocinaran su  propia carrera política. En 70 a. C. César sirvió como “juez” en la provincia de Hispania y como edil curul (organizador de juegos y controlador de comercio), en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.

En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato.
Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a prácticamente la totalidad de pueblos celtas en varias campañas.Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.



Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase “la suerte está echada”, iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a su viejo aliado, Pompeyo.
Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en Farsalia, Tapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría.
A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul  vitalicio, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.

File:Julius Caesar Coustou Louvre MR1798.jpg
A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando,, los conspiradores asesinaron a César en el Senado.
Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.
Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor.




2) ¿En qué período histórico lo puede ubicar?

Julio Cesar puso fin a la república en Roma. Se ubica en la 2da. Etapa histórica de Roma, República Imperialista. (S. VIII A.C. hasta S. I  A.C.).


3) ¿Qué importancia tienen los griegos en la educación romana?

Los romanos conquistaron políticamente a Grecia pero esta los conquistó culturalmente. Por ejemplo descubrieron que el conocimiento de la retórica incrementaba la eficacia del político ambicioso. Por lo tanto rescataron el arte de la oratoria y la capacidad para convencer que tanto habían desarrollado los sofistas.
Junto con la retórica y la formación literaria que le servia de base, Roma fue descubriendo todos los aspectos de la cultura griega. Es por ello que los más excelentes hombres de ciencia griega, se codeaban con la más alta nobleza romana.
Si bien los romanos tenían una vida campesina y sencilla comparada con la opulencia griega, adoptaron el griego como idioma culto; de tal forma que el latín pasó a un segundo plano como idioma de plebeyos y el griego se hablaba en la esfera de los nobles. Esta valoración de algunos aspectos de la educación griega se observa en la película de Julio Cesar, en la escena donde el protagonista, que descendía de los dioses y pertenecía a la nobleza, le busca como pedagogo a su hija, nada menos que a un sofista.
La música, el baile y la filosofía (que implicaba más de 10 años de estudios específicos) tanto como la matemática, no fueron valorados por la cultura romana. Esta era más pragmática, conservadora y pudorosa. Tampoco se valoró excesivamente el deporte; solo se entrenaba el cuerpo para la guerra.

Por lo tanto son la dialéctica, la retórica y el idioma griego, entonces, los principales aportes de la cultura griega a la romana.




cultura griega      cultura griega




educación griega






4) ¿Qué diferencias encuentras entre el papel de la mujer griega y la romana?

La intervención de la mujer en Atenas era prácticamente nula; mientras el hombre podía participar en todo, política, filosofía, comercio, etc., la mujer estaba excluida de cualquier asunto de la ciudad y su vida era su hogar y la participación en algunas fiestas religiosas. Su rol era principalmente reproductor; es decir proveer a la patria de nuevos ciudadanos, si eran varones y de buena educación mejor.



mujer griega clásica


mujer griega clásica
Por otro lado la mujer romana es considerada de otra forma; tiene gran valor su aporte en la construcción de la familia, los niños son educados principalmente por su madre, y esta tiene gran influencia en el hombre durante toda su vida.


A diferencia de los griegos que tenían a sus mujeres en las casas, y si tenían tiempo libre, no lo pasaban en familia, los romanos sintieron un atractivo grande por la vida doméstica. La mujer aparece como compañera y cooperadora del hombre romano, está a su lado en los banquetes, comparte con él la autoridad sobre los hijos y criados y participa también de la dignidad que tiene su marido en la vida pública.

Pero esta libertad no impide que sea austera y reservada, incluso en el banquete, la mujer estaba sentada, no recostada, y no bebía vino sino mulsum (vino con miel); en cualquier caso, está siempre en un segundo plano y así no participa en la vida pública, en la política, en la literatura, ni puede ser cabeza de familia e incluso los nombres de oficios de la primera declinación son masculinos.

La educación femenina era prudentemente liberal. En la época infantil niños y niñas se criaban juntos; las escuelas elementales también eran mixtas. Terminados los estudios primarios, las chicas de buena familia continuaban instruyéndose privadamente en el conocimiento de la literatura latina y griega; al mismo tiempo aprendían a tocar la lira, a bailar y a cantar. Esta educación intelectual no impedía que la mujer hiciese determinadas labores: vigilaba y dirigía a las esclavas, atendía los trabajos más delicados, bordaba, etc. Aparte de esto, la mujer no tenía derechos ni podía ser cabeza de familia.


la mujer romana la mujer romana











5) Importancia del Senado y del hombre político en Roma.

Antes de comenzar el servicio militar, el joven romano (alrededor de los 17) debía completar en un año el “aprendizaje de la vida pública”. En esta etapa se encarga de su educación algún político, de edad avanzada, de experiencia y honores, amigo de la familia. Al cabo de un año concluía la instrucción política y el joven debía enlistarse para el ejercito, pero el aprendizaje político era una cosa demasiado seria como para considerarlo concluido con tanta rapidez. El joven noble continuaba siguiéndole los pasos a un hombre político de éxito, a su propio padre o a su protector.

Era conveniente que un futuro jefe aprendiese ante todo a obedecer, y para una futura carrera política se veía bien haber recibido alguna herida gloriosa o haber realizado alguna hazaña de novato. Pero desde luego, los jóvenes nobles no eran tratados como simples conscriptos: tenían padrinos, tutores encargados de dirigirlos y protegerlos. Por otra parte, muy pronto dejaban de ser meros soldados para servir como oficiales de estado mayor, elegido por el pueblo o designados por un general supremo. En ese momento el joven romano concluía su formación.

El senado  fue una de las instituciones del gobierno de la antigua Roma. Se originó como una institución consultiva de la monarquía romana, formado exclusivamente por patricios (un representante de cada gens), y adquirió mayores prerrogativas con la República, en que pasó a refrendar a través de su auctoritas los actos de los cónsules, extendiendo su competencia a los actos de otros magistrados y Comicios, temas religiosos, conflictos entre magistrados, policía, crímenes con pena capital cuando esta era conmutada, cuestiones militares y financieras y tratados internacionales.
El senado fue creado por Rómulo y sobrevivió a los tres períodos de Roma, pero en el Imperio su poder era casi nulo
El senado bajo el gobierno de los reyes, el Senado y la Asamblea de la Curia tenían en verdad poco poder y autoridad. No eran instituciones independientes, en el sentido de que sólo podían reunirse, y de forma conjunta, por orden del rey, y sólo podían discutir los asuntos de estado que el rey había expuesto previamente. Mientras que la Asamblea curiada tenía al menos el poder de aprobar leyes cuando el rey así lo concedía, el Senado era tan sólo un consejo de honor del rey. Podía aconsejar al rey sobre sus actos, pero no imponerle sus opiniones. La única ocasión en que el rey debía contar expresamente con la aprobación del Senado era en caso de declarar la guerra a una nación extranjera.
Las insignias y honores de los reyes de Roma consistían en 12 lictores portando las fasces que contenían hachas, el derecho a sentarse sobre la silla curul, la púrpura Toga Picta, calzado rojo, y diadema plateada sobre la cabeza. De todos estos distintivos, el más destacado era la toga púrpura.
En este período Roma fue gobernada por una serie de magistrados elegidos por el senado. Los magistrados eran los siguientes: Dictador, Censor, Cónsul, Pretor, Cuestor y Edil Curul.

Dictador

La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuándo era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.

Censor

Las funciones del censor estaban inicialmente confiadas al cónsul, que podía delegarlas. Se ejercían cada cinco años y al terminar se realizaba un ritual de purificación con varios sacrificios llamado Lustro. Después, se crearon los dos censores, elegidos cada cinco años de entre los senadores que habían desempeñado el consulado, constituyendo esta magistratura la culminación de su carrera o cursus honorum. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la del Senado, y decidir que obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes cinco años. Sus tareas se realizaban durante 18 meses, y terminaban con la realización de la ceremonia lustral ya reseñada, cesando inmediatamente después en el cargo.

Cónsul

Llevó el nombre de consulado la magistratura romana formada que sustituyó a la monarquía al frente del Estado. Cada año se elegían dos cónsules.
Progresivamente van perdiendo atribuciones: primero algunas facultades judiciales civiles y criminales (delegadas en Cuestores o Decenviros nombrados en cada caso); después sus decisiones debieron ser refrendadas por el Senado; después perdió la administración del Tesoro (en favor de los Cuestores) y la de los archivos públicos; después perdió el control de las arcas del ejército (en favor de los Cuestores Militares); más tarde perdió sus funciones de censor (en favor de los Censores) y de nombrar las vacantes del Senado (también atribuidas a los Censores); después perdió la facultad de nombrar Cuestores (que pasó a los comicios tribunados); luego perdió otras atribuciones judiciales (en favor del Pretor); después las competencias sobre fiestas, policía y mercados (en favor de los Ediles Curules), y también la facultad de nombrar dictador (que pasó al Senado). Al final solo conservaba algunas funciones menores, el poder ejecutivo de las leyes y el mando del Ejército.

Pretor

Eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado este tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados. Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules.
El cónsul perdió las funciones judiciales civiles en favor de un magistrado curul designado como Pretor, por plazo de un año, quien poseía el imperium y figuraba entre los magistrados de mayor jerarquía. Su nombramiento recayó en los Comicios Centuriados y con el mismo ceremonial religioso que se usaba para la elección del cónsul. La insignia de su cargo era la toga pretexta. Al Pretor correspondían además las funciones consulares cuando los cónsules estaban ausentes.
El Pretor era patricio hasta el 337 a. C. en que pudieron acceder a la pretura los plebeyos. Progresivamente los plebeyos ostentaron la magistratura en la mayoría de las ocasiones.
El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 246 a. C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.

Cuestor

Los primeros cuestores fueron jueces encargados de los casos de asesinato y de insurrección o alta traición. Con el tiempo su denominación más común fue Decumviri Perduillionis et parricidii. Eran nombrados para cada caso y no constituían una magistratura permanente.
A fines del Siglo III a. C. los Decumviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron a los Triunviri nocturni.
Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los Cuestores administrativos, en los cuales delegaba el rey la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a los cónsules que las delegaron en dos cuestores civiles (para el Tesoro público) y dos cuestores militares (para las arcas del Ejército). Más tarde su nombramiento paso a los Comicios Tribunados.

Edil curul

Los ediles curules surgieron durante la República Romana, inicialmente para organizar algunas celebraciones. Eran designados por los Comicios Tribunados.
Inicialmente ejercieron la magistratura alternativamente patricios y plebeyos; después la designación fue independiente de la clase; el 541 ab urbe condita se volvió a su designación alternativa (patricios en los años impares y plebeyos en los años pares).
Más tarde asumieron funciones policiales, sanitarias, morales, abastecimientos, mercados, precios, calidad, y organización de juegos.
Además existía una magistratura especial reservada exclusivamente a los plebeyos, que no formaba parte del cursus honorum: el tribuno de la plebe, junto con el cargo asociado de Edil plebeyo.
Las magistraturas funcionaban siguiendo tres principios:

plano de una domus romana

Toga romana

1 comentario:

  1. trabajo correcto, pero no hay que hacer abuso de la wikipedia, hay que seleccionar más el material. Las fotos no pueden pegarse directamente.
    Calificación 6

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