martes, 11 de junio de 2013

Victoria González

1. Breve reseña biográfica sobre Julio Cesar

Gaius Julius Caesar (Roma, Julio 12, 100 AC – Ibídem, Marzo 15, 44 AC) era un militar romano y un líder político, cuya dictadura puso fin a la República en Roma (Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado romano, los Julios, Cayo Julio César fue educado esmeradamente con maestros griegos.                                                             Es considerado uno de los más grandes genios militares de toda la historia, pero también un excelente político y uno de los líderes más fuertes del mundo antiguo. Fue proclamado dictador por toda la vida, y centralizó el gobierno de la República.
Pasó una juventud disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político popular, al cual le unía su relación familiar con Mario.  
De regreso a Roma, consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y así oponerse a los optimates que dominaban el Senado (60).                                                 
Al año siguiente, César fue elegido cónsul (59); y las medidas que adoptó vinieron a acrecentar su popularidad: repartió lotes de tierra entre veteranos y parados, aumentó los controles sobre los gobernadores provinciales y dio publicidad a las discusiones del Senado.                                                            El triunvirato fue fortalecido por el Convenio de Luca (56), que aseguraba ventajas para cada uno de sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable.                                                                                                        César se había lanzado a la conquista del resto de las Galias, que no sólo completó, sino que aseguró lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania, cruzando el Rin. Con ello llegó a dominar un vasto territorio, que aportaba a Roma una obra comparable a la de Pompeyo en Oriente.  El prestigio y el poder alcanzado por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma en medio de una situación de caos por las luchas entre mercenarios (52). Conminado por el Senado a licenciar sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el orden oligárquico tradicional.

Acumuló cargos y honores que fortalecieran su poder personal: cónsul por diez años, prefecto de las costumbres, jefe supremo del ejército, pontífice máximo (sumo sacerdote), dictador perpetuo y emperador con derecho de transmisión hereditaria. Estableció así una dictadura militar disimulada por la apariencia de acumulación de magistraturas civiles.                                                               Fue asesinado en el 44 AC, durante los Idus de Marzo, en una conjura dirigida por Casio y Bruto, que le impidió completar sus reformas; no obstante, dejó terminadas algunas, como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades; todo apuntaba a transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que abarcara la práctica totalidad del mundo conocido, al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una monarquía autoritaria de tintes populistas; dicha obra sería completada por su sobrino-nieto y sucesor, Octavio Augusto.



2. ¿En qué período histórico lo puede ubicar?

Julio Cesar puso fin a la república en Roma. Se ubica en la 2da. Etapa histórica de Roma, República Imperialista. (S. VIII A.C. hasta S. I  A.C.).


3. ¿Qué importancia tienen los griegos en la educación romana?

A partir de mediados del siglo III a. de c. la educación romana sufre un cambio completo como consecuencia de las modificaciones que sufre la sociedad y la cultura. En ese tiempo se realiza la expansión romana por todo el mediterráneo hasta llegar a dominarlo por completo. De otra parte, la sociedad romana, al enriquecerse, acentúa la división entre una minoría económicamente poderosa, que sucede a la antigua nobleza, y una masa proletaria, la plebe, que aunque empobrecida cada vez tiene más fuerza política. Finalmente, ocurre la invasión de la cultura helénica con los inmigrantes griegos que acuden a roma. La influencia de la cultura helénica tuvo la virtud de despertar la cultura de Roma, dando nacimiento a su literatura y a su educación escolar como dice el verso de Horacio: "La Grecia vencida ha conquistado a su vez a su salvaje vencedor y llevado la civilización al bárbaro Latium".                                        
La educación romana anterior, de tipo familiar, patriarcal, experimenta varias transformaciones.                                                                                               
En primer lugar, respecto a su organización. Los ciudadanos más ricos tuvieron maestros o preceptores privados, generalmente griegos inmigrados; que introducían a sus hijos en su lengua y la cultura helénicas. Pero lo decisivo es que en esta época se fundan o desarrollan escuelas independientes, aunque siempre con carácter privado o particular. No quiere decir que antes no hubiera escuelas, en la República Romana, pero las que existían eran de tipo esporádico y muy elemental ahora se generalizan las escuelas, las cuales son de dos clases: una en la que se da la enseñanza totalmente en griego y otra en la que predomina el latín. En una y otra había lo que más tarde fueron los tres grados clásicos de la enseñanza: el elemental, el medio y el superior. La escuela primaria, la ludus magíster, llamada también la ludus literarius, comenzaba a los siete años; tenía un programa muy elemental, consistente en la lectura, la escritura y el cálculo, con algunas canciones, pero con una disciplina muy rigurosa y frecuentes castigos corporales. A ella asistían los niños y las niñas indistintamente. A la escuela elemental sigue la secundaria la del grammaticus, en la que se hizo sentir más la influencia de la cultura griega.  Comienza ella a los 12 años y dura hasta los 16.                                               
La influencia de la cultura helénica, cada vez más poderosa, no dejo de encontrar resistencia en los elementos conservadores y reaccionarios. Así Catón el viejo protestó contra ella, defendiendo como hemos visto, la antigua educación romana. El mismo senado llegó a expulsar a algunos de los griegos dedicados a la enseñanza. Pero a pesar de estas resistencias la cultura romana se asimiló a la griega y llegó a alcanzar una madurez y esplendor que quizá no habría tenido de otro modo.          
Se trataba ya no de una educación nacional, local si no de una enseñanza de tipo general, basada en una cultura ajena superior, que sirve de inspiración.


4. ¿Qué diferencias encuentras entre el papel de la mujer griega y la romana?

El papel principal que desempeñarán las mujeres en Roma será el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha. Pero lo habitual era que la mujer estuviera absolutamente supeditada a su esposo. Lo habitual es que las matronas mataran la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura y el tejido. Paulatinamente la mujer irá ocupando un papel protagonista en la organización de la familia, incluso por prescripción médica ya que los galenos consideraban que las mujeres debían desarrollar alguna actividad. Algunos hombres empezaron a dejar en manos de sus esposas la dirección del hogar, incluso la llave de la caja de caudales.                                                    El contar con varios esclavos permitía a la matrona poder delegar en ellos todos los trabajos de la casa, incluso los relacionados con su propia higiene personal.                                                                                                              Si el esposo fallecía, la matrona vería protegida su virtud por su familia, ante la inminente llegada de una legión de pretendientes que deseaban hacerse con su fortuna. Previamente debía haber muerto el padre porque sino como paterfamilias era dueño de todo lo que pertenecía a la familia.                         
En cambio, en Grecia las mujeres no acostumbraban a salir, salvo para traer agua o visitar la casa de otra mujer. Además de cocinar y limpiar las mujeres griegas debían tejer la ropa de toda su familia. Desde el día del nacimiento hasta el de su muerte, una mujer de la antigua Grecia vivía bajo el control de los hombres. No podían votar ni tener un empleo público, heredar o poseer propiedades, ni siquiera comprar. No obstante una mujer no carecía totalmente de poder: dirigía la casa y controlaba el dinero de la familia. Algunos hombres importantes, como Pericles, escuchaban cuidadosamente los consejos de sus mujeres.
Los deberes de las mujeres rurales incluyeron algo del trabajo agrícola, como el cosechar. La esposa estaba a cargo de criar a los niños, de tejer y de coser las ropas de la familia. Ella supervisó el funcionamiento diario de la casa. En una economía basada en la esclavitud, la abundante cantidad de esclavas femeninas estaban disponibles para cocinar, limpiar, y para llevar el agua de la fuente. Solamente en los hogares más pobres la esposa realizaba todos los deberes por sí sola.
La costumbre dictó que una mujer griega limita su tiempo fuera de la casa a visitar a sus vecinas femeninas más cercanas. Las excepciones a esta  convención social rígida eran bodas o los entierros. Además de estos momentos, las reuniones femeninas más comunes (y diarias), sucedían cuando se encontraban las mujeres de un mismo sector en el pozo de agua, que en general eran comunitarios. Pero la vida de la mujer Griega transcurría casi la mayor parte del tiempo en el jardín de la casa.





5. Importancia del Senado y del hombre político en Roma

El senado  fue una de las instituciones del gobierno de la antigua Roma, consistía en un cuerpo colegiado que actuaba como consejo asesor del rey. Estaba formado por los jefes de las distintas gens de la ciudad, a quienes se les llamaba respetuosamente "padres" (patres). El propio nombre de "Senado" aludía a la avanzada edad que solían tener sus integrantes.                              
El Senado funcionaba sólo a petición del Rey, manifestando su parecer a través de resoluciones formales que recibían el nombre de senadoconsultos, las cuales, en todo caso, no eran vinculantes para el monarca.                      
Sus miembros eran nombrados por el Rey. Se cuenta que Rómulo designó originalmente a cien senadores, cuyas familias y descendientes fueron conocidos como Patricios. Tulio Hostilio, tercer rey de Roma, creó cien nuevos patres. Tarquino Prisco, quinto rey, hizo lo propio, sumando al Senado otros cien integrantes procedentes de ciudades etruscas conquistadas. El número de trecientos senadores permaneció relativamente inalterado hasta las reformas de Sila, en tiempos de la República.  El Senado y sus dictámenes tenían una especial fuerza moral, fundada en la sabiduría que la sociedad romana le reconocía. En razón de tal legitimación, denominada auctoritas (autoridad de los padres), se estimaba prudente solicitar la opinión del Senado para proceder a ejecutar una serie de actos, tanto públicos como privados. A la vez, era el argumento que permitía a los senadores desempeñar las funciones de gobierno durante el período de interregno. Fue creado por Rómulo y sobrevivió a los tres períodos de Roma, pero en el Imperio su poder era casi nulo.                                                                          
Las insignias y honores de los reyes de Roma consistían en 12 lictores portando las fasces que contenían hachas, el derecho a sentarse sobre la silla curul, la púrpura Toga Picta, calzado rojo, y diadema plateada sobre la cabeza. De todos estos distintivos, el más destacado era la toga púrpura.                         
En este período Roma fue gobernada por una serie de magistrados elegidos por el senado. Los magistrados eran los siguientes: Dictador, Censor, Cónsul, Pretor, Cuestor y Edil Curul.
- Dictador: La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuándo era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 A.C se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.
Censor: Sus funciones estaban inicialmente confiadas al cónsul, que podía delegarlas. Se ejercían cada cinco años y al terminar se realizaba un ritual de purificación con varios sacrificios llamado Lustro. Después, se crearon los dos censores, elegidos cada cinco años de entre los senadores que habían desempeñado el consulado, constituyendo esta magistratura la culminación de su carrera o cursus honorum. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la del Senado, y decidir que obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes cinco años. Sus tareas se realizaban durante 18 meses, y terminaban con la realización de la ceremonia lustral, cesando inmediatamente después en el cargo.
- Cónsul: Llevó el nombre de consulado la magistratura romana formada que sustituyó a la monarquía al frente del Estado. Cada año se elegían dos cónsules los cuales van perdiendo progresivamente atribuciones, algunas de ellas son: facultades judiciales civiles y criminales; administración del Tesoro en favor de los Cuestores; control de las arcas del ejército en favor de los Cuestores Militares;  y de nombrar las vacantes del Senado también atribuidas a los Censores; después perdió la facultad de nombrar Cuestores que pasó a los comicios tribunados; y la de nombrar dictador que pasó al Senado. Al final solo conservaba algunas funciones menores, el poder ejecutivo de las leyes y el mando del Ejército.
- Pretor: Eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado este tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados. Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules.                                                                                         El Pretor era patricio hasta el 337  A.C en que pudieron acceder a la pretura los plebeyos. Progresivamente los plebeyos ostentaron la magistratura en la mayoría de las ocasiones.                                                                                 Dividió sus funciones a partir del 246 A.C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.
- Cuestor: Los primeros fueron jueces encargados de los casos de asesinato y de insurrección o alta traición. Con el tiempo su denominación más común fue Decumviri Perduillionis et parricidii. Eran nombrados para cada caso y no constituían una magistratura permanente. A fines del Siglo III A.C. perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron a los Triunviri nocturni.                                                                                     
Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los administrativos, en los cuales delegaba el rey la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a los cónsules que las delegaron en dos cuestores civiles para el Tesoro público y dos cuestores militares para las arcas del Ejército. Más tarde su nombramiento paso a los Comicios Tribunados.
- Edil curul: Los ediles curules surgieron durante la República Romana, inicialmente para organizar algunas celebraciones, eran designados por los Comicios Tribunados.                                                                                                                       Ejercieron la magistratura alternativamente patricios y plebeyos; después la designación fue independiente de la clase. Más tarde asumieron funciones policiales, sanitarias, morales, abastecimientos, mercados, precios, calidad, y organización de juegos.                                  Además existía una magistratura especial reservada exclusivamente a los plebeyos, que no formaba parte del cursus honorum: el tribuno de la plebe, junto con el cargo asociado de Edil plebeyo. Las magistraturas funcionaban siguiendo tres principios: La colegiatura, la anualidad y la jerarquía o cursus honorum.

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