sábado, 22 de junio de 2013

Sabina Bentancor VISIONADO "Julio Cesar"

1) (Cayo Julio César) Militar y político cuya dictadura puso fin a la República en Roma (Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado romano, los Julios, Cayo Julio César fue educado esmeradamente con maestros griegos.
Julio César pasó una juventud disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político «popular», al cual le unía su relación familiar con Mario. Se ganó el apoyo de la plebe subvencionando fiestas y obras públicas. Y fue acrecentando su prestigio en los diferentes cargos que ocupó: cuestor (69), edil (65), gran pontífice (63), pretor (62) y propretor de la Hispania Ulterior (61-60).
De regreso a Roma, Julio César consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y así oponerse a losoptimates que dominaban el Senado (60).
Los deberes de las mujeres rurales incluyeron algo del trabajo agrícola, como el cosechar de aceitunas y de fruta. Puesto que los hombres pasaron la mayoría de su tiempo lejos de sus casas, la vida casera griega fue dominada por las mujeres. La esposa estaba a cargo de criar a los niños, de tejer y de coser las ropas de la familia. Ella supervisó el funcionamiento diario de la casa. En una economía basada en la esclavitud, la abundante cantidad de esclavas femeninas estaban disponibles para cocinar, limpiar, y para llevar el agua de la fuente. Solamente en los hogares más pobres la esposa realizaba todos los deberes por si sola. Las responsabilidades de un esclavo varón estaban para la mayor parte limitada a ser mayordomo y profesor particular a los niños masculinos. La costumbre dictó que una mujer griega limita su tiempo fuera de la casa a visitar a sus vecinas femeninas más cercanas. Las excepciones a esta convención social rígida eran bodas, los entierros e indican los festivales religiosos en los cuales se esperaba que las mujeres desempeñaran papeles públicos prominentes. A parte de estos momentos, las reuniones femeninas más comunes (y diarias), sucedían cuando se encontraban las mujeres de un mismo sector en el pozo de agua, que en general eran comunitarios; solo la gente muy rica tenía pozos privados.  Pero la vida de la mujer Griega transcurría casi la mayor parte del tiempo en el jardín de la casa, en donde tejían y cocinaban; el equipo de cocina griego era pequeño y ligero y se podía instalar fácilmente. En tiempo asoleado, las mujeres se protegían del sol con sombreros o mantas, porque el ideal en belleza femenina era una tez pálida.
·         El Preámbulo
·         La relatio
·         La deliberación del Senado.
Al año siguiente, César fue elegido cónsul (59); y las medidas que adoptó vinieron a acrecentar su popularidad: repartió lotes de tierra entre veteranos y parados, aumentó los controles sobre los gobernadores provinciales y dio publicidad a las discusiones del Senado. Pero la ambición política de César iba más allá y, buscando la base para obtener un poder personal absoluto, se hizo conceder por cinco años -del 58 al 51- el control de varias provincias (Galia Cisalpina, Narbonense e Iliria).
El triunvirato fue fortalecido por el Convenio de Luca (56), que aseguraba ventajas para cada uno de sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable, que habría de evolucionar hacia la concentración del poder en una sola mano. Craso murió durante una expedición contra los partos (53) y la rivalidad entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta Julia, la hija de aquél casada con éste (54).
Entretanto, César se había lanzado a la conquista del resto de las Galias, que no sólo completó, sino que aseguró lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania, cruzando el Rin. Con ello llegó a dominar un vasto territorio, que aportaba a Roma una obra comparable a la de Pompeyo en Oriente.
El prestigio y el poder alcanzados por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma en medio de una situación de caos por las luchas entre mercenarios (52). Conminado por el Senado a licenciar sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el orden oligárquico tradicional.
Tras pasar el río Rubicón -que marcaba el límite de su jurisdicción-, César inició una guerra civil de tres años (49-46) en la que resultó victorioso: conquistó primero Roma e Italia; luego invadió Hispania; y finalmente se dirigió a Oriente, en donde se había refugiado Pompeyo. Persiguiendo a éste, llegó a Egipto, en donde aprovechó para intervenir en una disputa sucesoria de la familia faraónica, tomando partido en favor de Cleopatra («Guerra Alejandrina», 48-47).
Asesinado Pompeyo en Egipto, César prosiguió la lucha contra sus partidarios. Primero hubo de vencer al rey del Ponto, Pharnaces, en la batalla de Zela (47), que definió con su famosa sentencia veni, vidi, vici («llegué, vi y vencí»); luego derrotó a los últimos pompeyistas que resistían en África (batalla de Tapso, 46) y a los propios hijos de Pompeyo en Hispania (batalla de Munda, cerca de Córdoba, 45). Vencedor en tan larga guerra civil, César acalló a los descontentos repartiendo dádivas y recompensas durante las celebraciones que organizó en Roma por la victoria.
Una vez dueño de la situación, César acumuló cargos y honores que fortalecieran su poder personal: cónsul por diez años, prefecto de las costumbres, jefe supremo del ejército, pontífice máximo (sumo sacerdote), dictador perpetuo y emperador con derecho de transmisión hereditaria, si bien rechazó la diadema real que le ofreció Marco Antonio. El Senado fue reducido a un mero consejo del príncipe. Estableció así una dictadura militar disimulada por la apariencia de acumulación de magistraturas civiles.
Julio César murió asesinado en una conjura dirigida por Casio y Bruto, que le impidió completar sus reformas; no obstante, dejó terminadas algunas, como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades o el reasentamiento como agricultores de las masas italianas proletarizadas; todo apuntaba a transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que abarcara la práctica totalidad del mundo conocido, al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una monarquía autoritaria de tintes populistas; dicha obra sería completada por su sobrino-nieto y sucesor, Octavio Augusto.

2) Julio César fue el gran protagonista del último periodo de la historia de la Roma republicana. Espléndido orador y escritor brillante, destacó sobre todo como insigne general y político, genial, ambicioso, generoso, impulsivo y, al mismo tiempo, resuelto y sutil. Poseedor de una vasta y refinada cultura y de una memoria excepcional, conoció tan bien las doctrinas de los filósofos de la política como la historia de los grandes imperios orientales y sintió asimismo afición a los problemas lingüísticos y gramaticales.
Siendo Julio César aún muy joven, Sila reconoció en él "la madera de muchos Mario". En realidad, fue hasta cierto punto el heredero y continuador de la actividad desplegada por aquel antiguo jefe político, tío suyo, como ocurrió con Pompeyo respecto de Sila: también César se apoyó en el pueblo y fundó en el propio prestigio militar la lucha contra la facción senatorial, que procuró siempre debilitar.

3) A partir de mediados del siglo III a. de c. la educación romana sufre un cambio completo como consecuencia de las modificaciones que sufre la sociedad y la cultura. En ese tiempo se realiza la expansión romana por todo el mediterráneo hasta llegar a dominarlo por completo. De otra parte, la sociedad romana, al enriquecerse, acentúa la división entre una minoría económicamente poderosa, que sucede a la antigua nobleza, y una masa proletaria, la plebe, que aunque empobrecida cada vez tiene más fuerza política. Finalmente, ocurre la invasión de la cultura helénica con los inmigrantes griegos que acuden a roma. La complejidad cada vez mayor de la política y la administración del estado, así como las necesidades económicas y comerciales, hicieron que esa cultura superior fuera en general bien acogida y se difundiera rápidamente.
La influencia de la cultura helénica tuvo la virtud de despertar la cultura de Roma, dando nacimiento a su literatura y a su educación escolar como dice el verso de Horacio: "La Grecia vencida ha conquistado a su vez a su salvaje vencedor y llevado la civilización al bárbaro Latium".
La educación romana anterior, de tipo familiar, patriarcal, experimenta varias transformaciones. En primer lugar, respecto a su organización. Los ciudadanos más ricos tuvieron maestros o preceptores privados, generalmente griegos inmigrados; que introducían a sus hijos en su lengua y la cultura helénicas. Pero lo decisivo es que en esta época se fundan o desarrollan escuelas independientes, aunque siempre con carácter privado o particular. No quiere decir que antes no hubiera escuelas, en la república Romana, pero las que existían eran de tipo esporádico y muy elemental ahora se generalizan las escuelas, las cuales son de dos clases: una en la que se da la enseñanza totalmente en griego y otra en la que predomina el latín. En una y otra calase había lo que más tarde fueron los tres grados clásicos de la enseñanza: el elemental, el medio y el superior.
La escuala primaria, la ludus magíster, llamada también la ludus literarius, comenzaba a los siete años; tenía un programa muy elemental, consistente en la lectura, la escritura y el cálculo, con algunas canciones, pero con una disciplina muy rigurosa y frecuentes castigos corporales. A ella asistían los niños y las niñas indistintamente. A la escuela elemental sigue la secundaria la del grammaticus, en la que se hizo sentir más la influencia de la cultura griega. Comienza ella a los 12 años y dura hasta los 16.
En ella se estudia la gramática latina y la griega, sobre la base de Homero y los clásicos asimismo, la retórica, la oratoria y las matemáticas, pero estas menos que aquellas otras disciplinas se cultivaba poco la música y la gimnástica, a diferencia de la educación griega en cambio se acentuaba el valor jurídico-político. Pero este, así como la oratoria, llamado del rhetor, que era una especie de escuela, de derecho, destinada a la minoría gobernante, y que se inspiraba en la filosofía y aun mas en la retórica griegas.
La influencia de la cultura helénica, cada vez más poderosa, no dejo de encontrar resistencia en los elementos conservadores y reaccionarios. Así Catón el viejo protesto contra ella, defendiendo como hemos visto, la antigua educación romana. El mismo senado llego a expulsar a algunos de los griegos dedicados a la enseñanza. Pero a pesar de estas resistencias la cultura romana se asimilo a la griega y llego a alcanzar una madurez y esplendor que quizá no habría tenido de otro modo. Como dice Dilthey: "no es verdad que el trato de una cultura superior influya siempre destructivamente sobre una nación. La acogida de la ciencia grecorromana no ha hecho más que fomentar el desarrollo entre nosotros. Ningún americano cree que la ciencia europea pueda influir allá destructivamente. Una nación sana en su costitución elemental había acogido también a Platón, Aristóteles y los estoicos, había rechazado elemento heterogéneos y realizado un considerable progreso"
El espíritu de la nueva educación puede resumirse en la palabra humanitas, que según J. Jäger  corresponde a la paideia griega o a la nuestra de cultura. Se trataba ya no de una educación nacional, local si no de una enseñanza de tipo general, humanística daríamos hoy, basada en una cultura ajena superior, que sirve de inspiración.
En esa educación aún se conservan algunas de las virtudes de la antigua educación aún se conservan algunas de las virtudes de la antigua educación romana, pero en general predomina un espíritu más liberal, aunque dentro siempre de la estructura del estado.

4) El papel principal que desempeñarán las mujeres en Roma será el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha. Ella tenía derecho de sucesión respecto a su padre e incluso capacidad de testar por lo que se dieron matrimonios donde la esposa era más rica que el marido y rehusaba su autoridad, recibiendo en ocasiones todas las clientelas del padre. Pero lo habitual era que la mujer estuviera absolutamente supeditada a su esposo. Si tradicionalmente es el pater familias el que dirige la casa, quien da las órdenes a los esclavos y dirige la administración del hogar, ¿cuál es el papel de la mujer en las casas respetables de Roma? Lo habitual es que las matronas mataran la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura y el tejido. Paulatinamente la mujer irá ocupando un papel protagonista en la organización de la familia, incluso por prescripción médica ya que los galenos consideraban que las mujeres debían desarrollar alguna actividad. Algunos hombres empezaron a dejar en manos de sus esposas la dirección del hogar, incluso la llave de la caja de caudales.
El contar con varios esclavos permitía a la matrona poder delegar en ellos todos los trabajos de la casa, incluso los relacionados con su propia higiene personal. El esclavo viste y calza a la dama, aunque no lava sus dientes. Los esclavos acompañan a la señora en la alcoba, aunque la matrona duerma sola o en compañía de su esposo. Era frecuente que los esclavos durmieran en las puertas de las alcobas, contándonos un poeta satírico que "cuando Andrómaca hacía el amor con Héctor, sus esclavos, con la oreja pegada a la puerta, se masturbaban". Esta omnipresencia de los esclavos en las vidas de las clases acomodadas romanas provocarán que las infidelidades fueran públicas en la mayor parte de los casos. Para mantener una relación amorosa secreta lo mejor era alquilar una habitación a un sacristán ya que estaba obligado a guardar silencio. Si el esposo fallecía, la matrona vería protegida su virtud por su familia, ante la inminente llegada de una legión de pretendientes que deseaban hacerse con su fortuna. Previamente debía haber muerto el padre porque sino como pater familias era dueño de todo lo que pertenecía a la familia. El sino de esta viuda es volver a contraer matrimonio o buscarse un amante que la complazca en el lecho, a pesar de la indignación de los moralistas romanos. Si era el hombre el que quedaba viudo podía buscarse una concubina, mujer o mujeres con los que un hombre solía acostarse habitualmente. No olvidemos que los emperadores contaban con un amplio harén de concubinas en palacio. Pero llegaría un momento en que ese hombre viudo decidiera establecer un vínculo más estrecho con esa concubina de inferior rango social por lo que se produce una unión de hecho entre ambos denominada concubinato. La concubina debía ser una mujer libre y la unión monogámica. Este concubinato no da lugar a consecuencias jurídicas, siendo libres los hijos nacidos de esa relación.
En Grecia las mujeres no acostumbraban a salir, salvo para traer agua o visitar la casa de otra mujer. Los hombres se encargaban de las compras y de todos los asuntos familiares, esperando que las mujeres se quedaran en casa y mantuvieran el orden. Además de cocinar y limpiar las mujeres griegas debían tejer la ropa de toda su familia. Desde el día del nacimiento hasta el de su muerte, una mujer de la antigua Grecia vivía bajo el control de los hombres. Su padre, sus hermanos -incluso sus hijos- tomaban decisiones que alteraban su vida. Las mujeres no podían votar ni tener un empleo público, heredar o poseer propiedades…ni siquiera comprar algo que costara más que un precio determinado. No obstante una mujer no carecía totalmente de poder: dirigía la casa y controlaba el dinero de la familia. Algunos hombres importantes, como Pericles, escuchaban cuidadosamente los consejos de sus mujeres.

5) El Senado en la Roma Antigua no fue más en su origen que una asamblea de los principales jefes de las gentes cuya opinión consultaba el rey antes de tomar decisiones que podía convocar a voluntad el Senado y exponerle sus consultas.Las atribuciones de los senadores se limitaban a la emisión de su dictamen o consejo y no obligaban al rey.
Durante la Era Republicana creció en importancia política sustituyendo alos poderes del Estado guiando con gloria a Roma y tal poder tenía sobre las provincias que le llamaban Dios e incluso los magistrados supremos al cesar en su cargo pasaban cuentas en el Senado y llegó a usurpar con el tiempo el poder legislativo de los comicios y en los últimos tiempos de la República las decisiones del Senado (senatoconsulta) llegaron a convertirse en fuente del derecho civil.
La Ley Ovinia a mediados del siglo V de Roma y confirió la elección de los senadores a los censores a quienes obligó a incluir a ella a todos los exmagistrados y los senadores eran inscritos en una lista por orden de dignidad que se llamaba patres conscripti y el magistrado mas anciano inscrito de todos los inscritos se dominaba princeps senatus.
El derecho de convocar senado primeramente correspondió a los magistrados supremos del Estado, y después a los tribunos de la plebe, cónsules, y emperadores.
El senado consulto era propuesto por un magistrado y lo redactaban el proponente relator y una comisión de senadores elegida por él y se componía de tres partes que eran las siguientes:
Los senados consultos eran depositados en el Erarium Sasturni y eran copiados por los scribae bajo la vigilancia de los cuestores.
A partir del emperador Augusto el senado consulto como institución fue perdiendo importancia política pero aumento su importancia en la elaboración de leyes de derecho civil hasta la llegada al poder de Dioclesiano en la que los edictos imperiales fueron las leyes mas importantes.
Los ciudadanos no tienen clasificación, la diferenciación entre patricios y plebeyos desde el punto de vista jurídico decayó a partir de Servio Tulio y continuó sólo desde el punto de vista social. El ciudadano tiene todas las prerrogativas y derechos del "Jus civium romanorum".
Los no ciudadanos carecen del derecho de ciudadanía, pero su situación en la escala jurídico - social no es uniforme distinguiéndose tres categorías ampliamente identificadas.
Peregrinos. Habitantes de otros países no enemigos de Roma o aquellos que habiendo sido vencidos, se incorporan por provincias. Sus relaciones jurídicas se rigen por su propio derecho inicialmente y luego por el "Jus Gentium". No poseen derechos civiles.
Latinos. Núcleo poblacional intermedioentre peregrinos y ciudadanos, ya que sin llegar a la condición de éstos últimos, se les conceden algunas prerrogativas y tienen mayor oportunidad de adquieri el derecho de ciudad, ellos pueden ser:
Latini veteres: formados por los habitantes de las regiones del Lacio que se habían aliado con Roma, formando la confederación de ciudades latinas.
Latini coloniari: formados por los habitantes de Colonias Latinas.
Latini Juniani: integrada por los libertos que no eran realmente latinos sino ex - esclavos.



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